Vedi Napoli e muori

Cuando menciono Nápoles como un hermoso destino de Italia para visitar, muchos me ponen cara de espanto… es que es imposible hablar de Nápoles sin pensar en “la camorra” la mafia napolitana… sí existe y no la podemos negar… por eso mi consejo es evitar los suburbios, barrios como el Secondigliano o el Scampia, son peligrosos… y sin ahondar en detalles les digo manténganse alejados… dicho esto hay cientos de cosas para hacer y lugares por recorrer sin que corramos algún riesgo.

Nápoles es caos, aunque también una ciudad llena de rincones con encanto, yo llegue de paso, solo 2 noches camino a Salerno, donde había planeado mi estancia más larga, para desde ahí recorrer la Costa Amalfitana… y lo lamenté, la magia de la ciudad me hizo desear quedarme ahí, sentada en algún barcito, disfrutando el bullicio que te envuelve mientras saboreas una pizza soñada… Nápoles es algo sucia, caótica y tal vez peligrosa… pero podés llegar a amarla, de todos los lugares que recorrí en Italia, Nápoles es el destino que elegiría para instalarme un tiempo, convirtiéndome en parte de ella.

Calles estrechas, edificios antiguos con balcones con ropa tendida, tiendas de siempre, iglesias, palacios y las mejores pizzas del mundo… eso es Nápoles.

La calle Spaccanapoli es una de las tres principales del casco antiguo, su origen se remonta hace 3000 años y separaba la parte norte de la sur. Esta calle en la actualidad da nombre a todo el barrio del centro histórico. Su recorrido es agradable porque sigue una línea recta, muy diferente a la maraña de calles que la rodean. Sus edificios tienen la decadencia romántica del centro histórico napolitano con los clásicos balcones con ropa tendida, la vida de la calle vibra con las tiendas con productos frescos y tradicionales, las pizzerías y restaurantes de comida casera y las Vespa esquivando algún turista distraído.


En el poco tiempo que estuve descubrí 3 tesoros gastronómicos que no pueden dejar de probar: la pizza, el ragú y los babá… y no quiero olvidarme de su espresso… es sublime.

La pizzaNapolitana es obligatoria para todo el que visite la ciudad, sería imperdonable no probarla, las clásicas son la pizza Margarita (tomate, mozzarella, albahaca) y la Marinara (tomate, orégano y ajo), en muchos lugares son las únicas versiones de pizza que preparan, esa maravillosa masa tostada pero blanda (la pizza napolitana no cruje) con el tomate triturado local y el aceite de oliva ya te da toda la felicidad que necesitás, sus gruesos bordes y una especial irregularidad en la masa causada por las burbujas que se forman ante la altísima temperatura de los hornos de leña a más de 400 grados, es un espectáculo en si misma.

Otro plato mítico napolitano es el ragú, una salsa con carne, jamón, embutidos, tomate y vino tinto, que acompaña la pasta fresca del día, posee un sabor tan intenso como reconfortante y no podés quedarte sin probarlo.

Y el mejor postre o mejor compañero de un espresso son los babá, unos bizcochos dulces con forma de hongo bañados con ron (si bien tienen un origen polaco y son muy vistos también en la repostería francesa, se volvieron tradición en el Sur de Italia)… una exquisitez!


Y me fui de Nápoles con una frase que recogí en el barcito donde saboree los babá y el espresso “Vedi Napoli e muori”… “ver Nápoles y morir”
2 comentarios
Hola Silvana.Recien me suscribi. Lindo el blog.Saludos
Muchas Gracias! en estos días estoy subiendo entradas nuevas, espero q las disfrutes!